27.11.07

Introducción

Manolo Comas Cabistañ nació un 30 de Agosto de 1913 en Mequinenza, un pueblo en la confluencia de los ríos Segre y Ebro. Tiene 94 años. Y sigue extremadamente lúcido. Es, hoy, el segundo hombre más longevo del pueblo. De pensamientos libertarios, fue a la guerra. Saltó a defender su sociedad de la corriente fascista que recorrió Europa en ese tiempo. En Alemania e Italia, en toda Europa, hubiera ganado, hubiera sido un héroe. Pero España fue diferente. Aquí perdió la libertad. Y Manolo, además de recorrer las cárceles de media España por el único "delito" de defender los derechos del pueblo frente a la oligarquía golpista, volvió al pueblo con el estigma de ex-presidiario. De elemento peligroso. Agraviado por las autoridades, no se le permitió desarrollarse profesionalmente. Fue vejado, humillado y torturado, física, social y psicológicamente. Pero su verdad no la cambiaron. Sólo la silenciaron.Tras toda una vida de intentar arrebatarle las ideas a la fuerza, siguen ahí. Firmes. Y ahora toca gritarlas, para que no se repita la barbarie. Provenga de donde provenga.

Hace unos pocos años, tres o cuatro dice Manolo, se decidió a escribir sus memorias. Las redactó de puño y letra, en un cuaderno que tengo la inmensa suerte de tener entre mis manos. Y como el silencio acabó, es hora de que hablen sus hechos. Seguramente no obtendrá reconocimiento, ni compensación a tanto sufrimiento inútil. Ni falta que le hace a estas alturas. Pero quedará un potente antídoto contra esa amnesia histórica que algunos quieren que se perpetúe. Y todos sabrán, todo aquel que quiera sabrá, lo que le tocó vivir a un noble joven combatiente contra el fascismo. Y servirá como homenaje a tantos defensores de la libertad -como Manolo el Pando, Josep Soler, y tantos otros- que lo único que han recibido a cambio ha sido una larga y dura represión. Su lucha no ha sido gratuita.

Aquí empiezan las memorias de Manolo Comas Cabistañ, trufadas de acontecimientos históricos, ingentes crueldades, y fina ironía. Que se sepan.