Las mujeres llevaban muchas faldas, enaguas y refajo. Al cuerpo, un corsé y unos cordones largos y unos gafechs, que los iban apretando hasta que casi no podían ni respirar. Encima, una blusa. Bragas no llevaban.
Usaban una especie de pijama con puntillas y abierto en la entrepierna. Para hacer las necesidades, no tenían más que aclocarse. Y muchas mayores ni eso, "el culo al aire".
Los hombres llevaban calzones, chaleco, blusa y, de calzado, alpargatas con betas negras. Y en invierno, con peales, que hacían las abuelas con unas agujas, hilando la lana. Los chiquillos en verano iban casi todos descalzos, y en invierno mal calzados. La mayoría padecía de sabañones, por el mal calzado. Los pantalones también iban abiertos de la entrepierna, hasta que no eran mayorcitos. Y como llevaban tirantes, cuando tenían necesidades en cualquier sitio les venía bien.
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