En el siglo de 1800 según mi abuela vivían un sistema mucho peor que el nuestro en muchos aspectos. La siega la hacían con la hoz y la trilla, con una tabla con hierros y piedras de pedriñera (pedernal, sílex) incrustadas en una tabla. Con las caballerías la arrastraban por la parba hasta que hacían paja, y a triar el grano. Después, el grano lo acarreaban a carga con las caballerías. Después vino la dalla (guadaña), que fue un gran adelanto para la siega. Y se construyeron unos trillos con unos cilindros y unas cuchillas que daban vueltas por la parba que se adelantaba mucho.
Con las forcas, cada hora tumbábamos las parba hasta hacer la paja, después ventarla y limpiar el grano.
En el 1900 empezaron a hacer caminos para carros en el término, y algunos ricos compraron carros, pero los pobres continuaron con la misma rutina. De Mequinenza a Fraga no había carretera, sino un camino ancho de tierra, que lo transitaban los tres recaderos que había. Eran los Tonis, los Gregorios y los de Manoleta de Petra. Cada uno tenía un carro grande con toldo y tres caballerías (mulos grandes). Vestían una blusa negra y grande atada con dos cordones. Los tres iban con sus hijos mayores. Hacían el comercio de Mequinenza-Lérida dos veces a la semana. Entre ellos no se hablaban, pero si se hallaban en apuros, se ayudaban hasta la muerte. Los hijos tenían buena relación.