5.1.08

39

Con que después nos llamaron a los cuatro camiones más grandes, para hacer una operación muy delicada. Nos mandaron a Teruel, y allí cargamos pieles y azafrán. Y nombraron delegado del grupo a mi compañero, por ser el más veterano. Los otros tres camiones los descargaron en la Delegación de la 25ª División. Estaba en la calle Roselló, al lado del Paseo de Gracia. Y nosotros lo íbamos distribuyendo entre Sabadell, Terrassa, Hospitalet y otros. Pero nuestra estancia se nos hacía muy difícil. No querían darnos gasolina por ninguna parte, y el Partido Comunista de Líster, que se había enterado de la requisa, dio la orden de capturar el camión. Pero el chófer, que era más vivo que la fam, no paraba. Escondimos el coche, y fuimos observando, hasta que, en la calle Urgel, localizamos un camión muy grande. Se asomó y vio que había un bidón de 200 litros de gasolina. Acto seguido, me dijo que me quedara observando, que iba a buscar el camión. Al rato, se presentó, y le dije que todo seguía igual. Así que enculó el camión, abrimos las dos portellas de detrás, y rodando lo pasamos al nuestro como si nada. Y así pudimos regresar a la base de Alcañiz. Pero allí no había nada más que el susto que nos esperaba.