8.12.08

143

En los jóvenes, que salían de noche con una manta al cuello, al no haber luz se creaban una especie de cuadrillas con aires de liderazgo. Los más fuertes se dedicaban a acorralar a los débiles, no les dejaban festejar y los mandaban a dormir, causando mucho malestar. En represalia, hubo algunos casos muy lamentables, como el tal del "Santo", que era un tipo muy fuerte y muy chuleta, que se dedicaba a mantear a todo el que encontraba, y tenía a la juventud atemorizada. Con que se juntaron unos cuantos, organizaron unas patrullas, y en el callejón del Ayuntamiento lo acuchillaron hasta dejarlo muerto.