4.1.08

38

A los pocos días, emprendieron otra ofensiva en el Sillero, una sierra que decían era el baluarte de Zaragoza. Pero, desgraciadamente, salimos mal parados. Tuvimos muchas bajas, entre ellos muchos del pueblo.

Así pasamos una temporada, yendo de aquí para allá sin ningún acontecimiento digno de atención. Pero ya a finales del 37 y el 38, vinieron las operaciones de Teruel. No fueron como las de Belchite, pero a primeros del 38, desde un pueblo llamado Tortajada, para celebrar el éxito, nos hicieron ir a Alcañiz, que era donde tenía la base el Cuerpo Tren y la 25ª División. A cargar de cervezas y licores, y en todo el trayecto, desde Alcañiz a Teruel y viceversa, había dos palmos de nieve. Con que pusimos una cadena a las ruedas, y así pudimos hacer el viaje. Viajamos a una temperatura de 18º bajo cero. La cincuentena de coches que teníamos allí, a cada 10 minutos los teníamos que poner en marcha. De lo contrario, si no lo hacíamos, ya no podíamos moverlos si no los remolcábamos. Y así las 24 horas del día.