12.12.07

15.- El golpe

Mientras, las cosas parecía que marchaban bastante bien, y me dediqué con las tierras, e íbamos bastante bien. Pero vino el "nefasto 19 de Julio". Con que yo, recién cumplido de la mili. El Estado no hacía más que lanzar proclamas que nos incorporáramos al Ejército. Formaron el Comité Revolucionario, y a nosotros nos pusieron a sus órdenes; por cierto, que no me simpatizaba nada; y se pasaba unos días de incertidumbre, más por la presión del Comité sobre los que consideraban fascistas . Y fue entonces cuando mataron a Fostigueras y mosen Juan, un mosen que ya no se tenía derecho. Mequinenza fue el único pueblo que quedó con las fuerzas de la República.

En los primeros días hubo noticias del Capitán Negrete, que en Caspe hizo las mil barbaridades, matando a mansalva, entre ellos tres conocidos míos: Agustín Aguilar, comerciante de ultramarinos, que era donde compraba, y se llevaba muy bien conmigo; el sr. Barrechina, otro comerciante; y el dueño del Hotel La Torre, todos ellos sin antecedentes políticos de ninguna clase. Fue entonces que, estando encarnizado como estaba, se dispuso a bajar a por los mineros de Mequinenza; entonces, el pueblo entero, con escopetas y los fusiles de la Guardia Civil y un fusil ametrallador que tenían los Civiles; también se dinamitaron los puentes hasta la Porchina, y cubríamos toda la cuesta de la Pedra Bonica. En vanguardia, el fusil ametrallador. Estuvimos esperando toda la noche, pero, al llegar a Fabara, le dijeron que le esperábamos, y se volvió. Así me lo explicó el chófer que llevaba, que estuvo conmigo, Florentín Marco Albiac (el Baldrufero).